Contacto humano, el nuevo lujo
Recientemente publicamos un post sobre el paciente 3.0 y el uso de nuevas tecnologías en el ámbito de la salud. ¿Por qué? Porque todos somos conscientes del crecimiento del sector en este ámbito y del uso que los pacientes están dando a Internet y a las nuevas tecnologías. Aún así, la digitalización vs contacto humano empieza a ser una realidad.
Digitalización vs. contacto humano
Ahora bien, precisamente esta evolución, junto con la masificación de los servicios de salud, las listas de espera y el poco tiempo que a veces los profesionales disponen para tratar al paciente es lo que hace que vuelva a ponerse de manifiesto (aunque nunca desapareció) la importancia del contacto humano y del trato personal.
En esta línea nos chocó la noticia aparecida en La Vanguardia el pasado marzo en la que explicaba una nueva tendencia en Silicon Valley: vetar a sus hijos el acceso a Internet.
Nueva tendencia: la ausencia de pantallas
En los últimos años, uno de los retos del sector de la educación ha sido su digitalización. Incluso en el sector público, ofrecer a los estudiantes el acceso a las nuevas tecnologías ha sido una política general en el primer mundo e incluso en países en vías de desarrollo. Fundación Telefónica tiene un proyecto para ofrecer a aumentar el acceso a la tecnología y a Internet en países del tercer mundo y concretamente en el ámbito de la educación.
Y mientras gran parte del mundo está inmerso en este proceso, las escuelas de Silicon Valley han optado por volver a una educación que se centraliza en la ausencia de pantallas.
Así, en el mismo momento en el que la tendencia general es evitar la brecha digital, en la cuna de la tecnología se impone la ausencia de Internet y las nuevas tecnologías como su nueva característica diferencial.
A esta elección se han sumado magnates de empresas como la revista Wired, la Fundación de Mark Zuckerberg e incluso la familia Gates o Tim Cook, director ejecutivo de Apple.
Alegaron que Internet y la exposición a las pantallas es adictiva y que tiene una alta incidencia en el desarrollo de los más pequeños, generando problemas de concentración, vista, baja tolerancia a la frustración e incluso baja autoestima.
La Doctora Dowling explica en este artículo que una exposición masiva a las pantallas genera un patrón en los cerebros de los niños cuya más preocupante sintomatología es el adelgazamiento del córtex que procesa la información del resto de sentidos.
La digitalización en el día a día
No. También en el ámbito laboral o social los adultos nos hemos visto expuestos a un uso masivo de las nuevas tecnologías.
Muchos de nosotros nos habremos encontrado con reuniones de amigos en las que más de uno se la ha pasado mirando su teléfono. O reuniones de trabajo en las que una llamada o un WhatsApp interrumpe la conversación. Y lo peor es que se considera normal y aceptable.
Mientras el mundo occidental hace ostentación de “estar conectado”, Silicon Valley inicia una nueva vía en la que la aspiración de los ricos es el mundo real, la humanización y el contacto humano.
Silicon Valley se enorgullece pues de la nueva tendencia: “estar desconectado”. En ese universo que a veces vemos tan lejos de nosotros, el universo on-line se ha vulgarizado y el nuevo lujo es el valor de los vínculos y la conexión humana.
La digitalización en salud
¿Y cómo ha afectado a la salud? El sector sanitario, como las escuelas, también se ha tecnificado y digitalizado. Ha luchado por evitar la brecha digital que ha imperado en todos los sectores. Ha trabajado para automatizar procesos, digitalizar información y atender a distancia mediante nuevas tecnologías. ¿Un error? No. Realmente es un gran avance y en muchos casos un beneficio enorme para los pacientes.
Ahora bien, aunque esto mejore indiscutiblemente algunos procesos, agilice otros e incluso mejore la atención que se puede llegar a ofrecer a los pacientes, también ha resultado negativo en algunos casos.
Cada vez son más numerosos los pacientes que se quejan que durante su visita al médico, el 90% del tiempo el profesional se lo pasa mirando la pantalla del ordenador. La automatización y la tecnificación ha significado para el profesional un importante aumento de las tareas administrativas que se reflejan a veces en una atención menos personalizada. ¿Digitalización vs contacto humano?
¿La pérdida del contacto?
Y el paciente por su parte percibe sin duda esta falta de contacto personal, próxima y personalizada. Hablamos actualmente en medicina del Patient experience, la vivencia del paciente en el centro como elemento diferenciador. Y esta vivencia se mide en gran medida por la relación que se establece entre el paciente y los profesionales sanitarios.
Queremos que nos miren. Que nos toquen. Que nos presten atención. Que se olviden que a su alrededor existe la tecnología y dediquen toda su concentración en nosotros. No somos enfermedades, somos personas. Con características propias, pero sobre todo personas con 6 sentidos que activamos en cuanto estamos delante de los profesionales de salud: les miramos a los ojos, les observamos, les escuchamos, queremos hablarles.
El contacto humano sigue siendo una de las emociones y experiencias más importantes para nosotros.
Por suerte, parece que empieza a estar de moda otra vez.
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