¿Se comunican bien los médicos y los pacientes?

¿Se comunican bien los médicos y los pacientes?

Una buena comunicación es la base para generar una relación de confianza.

Una consulta médica es un momento complejo en el que entran en juego el miedo y la incertidumbre, la incomodidad, diferentes grados de conocimiento sobre un mismo tema. En estos momentos, la comunicación médico-paciente es clave para que la relación se desarrolle de forma correcta, se genere confianza y permita realizar un diagnóstico, tratamiento y seguimiento adecuados.

Pero al adentrarnos en el siglo XXI, nos hacemos algunas preguntas.

¿La comunicación funciona de la misma manera ahora que en el siglo anterior?

No. La irrupción de internet y la constante consulta sobre temas médicos que los ciudadanos hacen a diario ha modificado el rol del paciente.

¿Podemos afirmar que los pacientes escogen al especialista con los mismos criterios que hace 20 años?

No. Ahora entran en juego las valoraciones de otros pacientes vía online y no sólo los ya conocidos, la información que encontramos del profesional, etc.

 ¿Significa ello que los pacientes cuando acuden a la consulta llegan más informados?

Algunos sí. Aparece el paciente experto. Algunos no, porque vienen sobre-informados o mal informados. Contrarrestar la información con la que llegan a la primera visita es a menudo tarea ardua a la que se enfrentan los galenos con el paciente 2.0.

Lo que está claro es que el paradigma está cambiando y está modificando también las relaciones que se estipulan durante el acto médico y los profesionales deben ser conscientes de ello.

En las múltiples encuestas que organismos e instituciones realizan a los pacientes sigue apareciendo la pregunta sobre «indique el grado de satisfacción con la explicación que le ha dado su médico sobre su problema de salud» o «confianza y seguridad que le ha transmitido el médico al que ha consultado». Y en esta valoración confluyen múltiples aspectos: comunicación verbal, comunicación no-verbal, atención telefónica, en recepción, por parte de la enfermería, etc.

Y a pesar de ello, ¿cuántos especialistas han recibido en su formación académica pautas sobre la comunicación médico‐paciente?

Justo ahora se empieza a plantear su necesidad en universidades y centros médicos. Muchos son conscientes que es una asignatura pendiente.

Es por esto que retomamos de nuevo este verano los mini-talleres con pautas, consejos y prácticas sobre cómo mejorar la comunicación interpersonal  y la consiguiente satisfacción que ello aportará a los pacientes quienes a su vez queremos se conviertan en nuestros prescriptores.

En nuestro ADN de comunicadores está el poder ayudar a que dicha comunicación sea eficiente y efectiva.

 

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